Construcción de INSTRUMENTOS TRADICIONALES
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  Lengüetas, biseles y boquillasLuis A. Payno  
 
 
 

Son los órganos sonoros de la mayoría de los instrumentos aerófonos,por lo que su fabricación debe de ser conocida para realizar éstos instrumentos.Al ser el origen del sonido, es necesario esmerarse en su construcción pues de ella dependerá la calidad e incluso la existencia del sonido. Es difícil que salgan a la primera, pero en general con algo de práctica lo conseguiremos.

BOQUILLAS.-

Es lo más sencillo. Lo difícil es hacerlo sonar,  Consiste en un agujero de entre 1 y 1,5 cm. De diámetro, hecho en el extremo del instrumento sobre el que apoyamos los labios, juntos y algo tensos, de forma que al soplar éstos son los que vibran comportándose como una lengüeta. Debemos de adaptar el tamaño del agujero a nuestra boca, en general cuanto más pequeño es tiene un sonido mas limpio y más profundo,pero es más difícil de tocar. Pero si es excesivamente pequeño o grande sonara mal o no sonará.

También se llama boquilla a los agujeros laterales de las flautas traveseras y pífanos de 1cm. aproximadamente de diámetro, sobre los que se sopla de forma oblicua, como cuando hacemos sonar una botella, también requiere su práctica. No hay que desanimarse al principio.

BISELES.-

  Se trata de un corte oblicuo en la pared del instrumento  de forma que se quede un borde afilado  sobre el que se proyecta el aire provocando la vibración de la columna de aire. En algunos se sopla directamente, como en el caso de las quenas o algunos silbatos. Pero es mas corriente los que tienen un conducto que canaliza el aire sobre el bisel, llamado aeroducto, como las flautas dulces.

Citaremos aquí dos tipos muy corrientes en la música popular:

  El que llamaremos de Media Luna: debido a su forma, se realiza practicando dos cortes sobre la pared de la caña, a 1,5 ó  2 cm  de uno de los extremos realizamos un corte perpendicular a la pared y a 1,5 o dos cm. del anterior se hace  otro oblicuo de forma que coincidan sus extremos, debemos, por supuesto de quitar un trozo de la pared. Con una lima es necesario limpiar y afilar el bisel que ha quedado dejándolo lo mas igualado posible. Procederemos a hacer un tapón cilíndrico de madera o corcho, que encaje perfectamente en el tubo de la caña de dos o tres cm de largo, debe de introducirse hasta enfrentarlo con el corte perpendicular. Una vez ajustado se saca y se lima una de sus caras formando el aeroducto, puede limarse mas en la parte exterior, junto al extremo, pero con mucho cuidado en la interior, cerca del bisel, También es necesario limar la cara interior de la caña que forma el conducto, pero cuidando de que la ranura formada entre el corte perpendicular y el tapón no tenga mas de 3 mm. De anchura . El conducto debe de estar muy limpio e igualado. También será necesario ir “tanteando” la posición en que colocaremos el tapón hasta conseguir un buen sonido, es recomendable ir limando ligeramente y tanteando a la vez hasta conseguirlo, si nos pasamos de limar es preciso hacer un nuevo tapón. Hacer éste tipo de boquillas requiere una práctica, y depende mucho de la calidad del material que empleemos. Podemos practicar con tubos de vinilo de fontanería, y de todos los grosores en las tiendas de bricolaje y fontanería, luego les podrá realizar sobre cualquier tubo, cobre,  hierro, caña......

El bisel de tipo rectangular, es algo mas elaborado que el anterior, aunque se basa en los mismos principios, A unos dos cm del borde se practica un taladro no muy grande, con una lima se le da una forma rectangular, con el lado paralelo a la caña algo menor que el perpendicular. Mediante una lima pequeña se elaborará un bisel partiendo del lado mas alejado del tubo, de forma que quede lo mas limpio y perfecto cuyo borde quedará a 1 ó 1,5 cm del otro lado del rectángulo. Es conveniente que el plano del bisel sea algo más ancho en su parte exterior. Realizaremos el tapón de igual forma que en el caso anterior y limaremos con una lima cuadrada la parte interior de la caña y  el tapón para hacer el aeroducto, que debe de ser  rectangular y lo mas igualado posible, con no más de 2 –3 mm. De anchura y de manera que el borde del bisel quede enfrentado al centro de la salida del aire (ver la figura) Ello lo podemos comprobar mirando por la entrada del conducto del aire y comprobando que el bisel está justo en el centro del agujero y perfectamente paralelo a  ambas caras interiores. Aún así, deberemos también de tantear, moviendo el tapón y soplando  hasta buscar la posición adecuada. Esta operación puede ser costosa y pesada.

En ambos casos una vez conseguido que suene, sacamos el tapón, damos cola blanca de carpintero en su superficie lateral, salvo en el aeroducto, claro, y volvemos a introducirlo, limpiando la cola sobrante  buscando de nuevo la posición, que ya conoceremos aproximadamente. Se deja secar un día y ya podemos cortar la parte inferior  de la caña y tapón para hacer el ‘pico’. A continuación la puliremos y remataremos con limas finas y lija.

           

LENGÜETAS.-

En los instrumentos populares aparecen dos tipos de lengüetas, las simples, tipo clarinete y las dobles como las dulzainas, gaitas y oboes. Comenzaremos con las simples, ya que los instrumentos que planteamos en un principio no es ninguno del segundo tipo. Pero más adelante las incluiremos.

Lengüeta simple:     Se realiza sobre un trozo de caña o paja de cereal delgada cerrada por un nudo o un tubo de madera fino cerrado mediante un tapón (como el sauco desprovisto de su médula). Los tubos empleados no superan los 0,5 mm de diámetro. Comenzaremos limpiando la caña por fuera, y por dentro, ya que a veces tienen restos vegetales mediante un alambre, si es preciso calentado al rojo(con mucho cuidado). Conservamos uno de los extremos cerrado por un nudo natural o bien lo tapamos con un taponcito de madera. A unos 5 a 10 mm de dicho extremo practicamos un corte vertical que atraviese ligeramente la pared (sin excedernos) con una cuchilla de afeitar, cutter o navaja muy bien afilada. Continuamos el corte de forma paralela a la caña, hasta conseguir una lámina separada ligeramente de la caña salvo por un extremo (ver figura). Todo el entorno de la lengüeta ha de estar limpio de brozas, y el hueco bajo ella no debe de presentar restos de fibras. Ello se consigue con mucho cuidado y limas o lija muy fina. Con práctica nos saldrá bien. Para que suene se introduce totalmente en la boca y se sopla. En ocasiones se pega y no vibra, por lo que hay que levantar ligeramente la lámina. Para evitarlo, se puede colocar un pelo entre la caña y la lámina (junto a la parte de unión). La nota que da depende del tamaño de la lámina, mas grave cuanto más larga, se puede ‘afinar’ mediante un hilo atado en torno a la caña que se desliza, consiguiendo así acortar o alargar su tamaño. También colocando trocitos muy pequeños de cera, en distintos puntos de la lengüeta puede variarse su tono, pues la vibración es diferente según su masa y la situación de ésta respecto al punto de unión.

NOTA:  Al igual que en el resto de los casos, Todas las medidas son orientativas y no se garantiza la perfecta afinación, ya que puede depender de muchos factores, y es la habilidad y experiencia del constructor la que dará las pautas definitivas. En la música tradicional y pastoril no hay medidas exactas.

 
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