 Se crean muchas discrepancias en lo
que al origen del cajón flamenco se refiere. En la actualidad peruanos y
cubanos se disputan los royalties de este instrumento, en cualquiera de los
casos, su sonido empieza a marcar la diferencia necesaria como para
cercarse su propia parcela en la historia de la música popular.
Se sabe
que en tiempos de colonización cubana, los españoles folkloreaban sus largas
horas de viaje marítimo acompañando con cajas de pescado los acordes de la
guitarra flamenca. Afincada y perfeccionada en la isla durante décadas, ha
interpretado un papel muy importante en la música tradicional hasta que, hace
unos pocos años Paco de Lucía importaba el primero a España para cederle un
cargo muy importante en la métrica flamenca (creo que a manos del
percusionista Rubén Dantas).
Diferenciar
un cajón flamenco de sus hermanos no es difícil. Basta con comprobar alguna
características físicas y acústicas. Todos coinciden en su caja cerrada con
tan solo un agujero de salida en su parte trasera y una tapa de material mas
fino que el percusionista golpea con la palma de sus manos. Esta última está
cogida a caja con tornillos de forma que se puedan apretar o aflojar
dependiendo de las exigencias del músico.
Si hay
alguna diferencia notable a tener en cuenta en el cajón flamenco es la importancia
que adquiere separar un agudo brillante y un grave con cuerpo, incorporándose
algunos cambios en su montaje para lograr estos propósitos.
 La
métrica flamenca la rigen los palos, que son los que acentuados en dibujos
distintos nos indican el estilo que se interpreta. El grave del cajón puede
sonar paralelo a estos acentos (buscado hacia el centro de la tapa) y los
agudos se obtienen repicando en la parte superior de la tapa (que tiene menos
tornillos y más aflojados).
Estos
repique coinciden por lo general con los rasgueos de la guitarra, auque
cuando se adquiere destreza y se controla la métrica, se puede jugar a la
contra en forma de respuesta.
¿Cómo
se obtiene el agudo en el cajón flamenco?. Una tapa fina semisuelta en la
parte posterior ya suena aguda de por si cuando es golpeada al borde del
cajón. Pero la utilización de bordoneras se ha hecho muy peculiar en este
instrumento. Yo he visto colocar de todo en su interior (bordoneras de caja,
campanillas, cables, etc), pero creo que el mejor resultado se obtiene al
colocar cuerdas de guitarra acústica paralelas apoyadas en la parte interior
de la tapa. El efecto logrado es formidable cuando se tensan en su medida
justa para conseguir que vibren al golpear la tapa(que ya no es necesario dar
fuerte para encontrar agudos),y sonorizadas por equipo hay quienes la
envuelven con “rever” para acrecentar el efecto ( aunque no soy partidario de
que se abuse de esto).
Aquí tienes unos croquis donde
podrás orientarte sobre su montaje:
Como ves
las cuerdas siempre evitan el centro del cajón para no entrometerse en el
grave, incluso como en el primer dibujo se han añadido más número de cuerdas
paralelas. Esto dará más brillo, pero pueden provocar harmónicos incómodos
que siempre podrás enmudecer con pequeños trozos de cinta adhesiva.
Hasta
ahora el cajón de maderas contrachapadas ha gobernado todos los escenarios
flamencos, pero la madera noble está profesionalizando su sonido a extremos
admirables.
Las
maderas duras rebajada a grosores adecuados provienen al cajón de un sonido
seco digno de atraer al oido de todo buen receptor. Conocer bien las maderas
ayuda mucho a la hora de conseguir buenos resultados. Se desvía pues, de una
forma de construcción popularesca a otra donde actúan muchos principios de
luthier. Esa es la diferencia acústica de un cajón bueno y otro menos bueno
(pues opino que no hay malos), la buena madera otorga al instrumento un arte
imposible de confundir con la de otros instrumentos de percusión.
 A quien le importa el origen de algo
que ha curtido su propia personalidad en un tiempo mínimo y a costa de sumar
pequeños detalles que le hacen más grande. Hay que descubrirse ante la
audacia popular que nos deleita con instrumentos cargados de elegancia
musical, pero no hemos de negar el mérito del que, en un tiempo record, se le
han abierto las puertas de no solo el flamenco, sino de cualquier estilo
musical.
Puedo
decir, aún sabiendo que es un comentario arriesgado que roza la ofensa,
que este instrumento ha hecho que alguien tan importante como es un
percusionista en una banda protagonice ahora su propia película: la de ser
centro de atracción.
Germán Ocaña - abril
2002
(Puedes ver los cajones que construye Germán en la
dirección http://www.ocanartesania.com
)

Miguel (zorzo2000@eresmas.com) nos hace llegar estos dos
descriptivos dibujos.


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