 MATERIALES
: Cuatro listones de madera de 35 cm X 6cm X 1 cm. , 5 metros de hilo
grueso de nylon o tripa, (vale el usado para desbrozadoras de jardín,
de raqueta de tenis o segundas cuerdas de guitarra) una piel grande (que
se introducirá en agua el dia anterior a ser manipulada), de 40cm
X 80 cm. o en su defecto dos de 40cm X 40cm. Hilo fuerte de coser piel
o clavos de ‘simiente’ (cortos y de cabeza ancha, en tiendas de curtidos).
HERRAMIENTAS: martillo, aguja de coser piel, lija,
limas.
El pandero cuadrado, pandeiro o
adufe fue un instrumento muy popular en el Renacimiento, y aún hoy se
toca en muchos lugares de la geografía Ibérica, en especial Galicia, Asturias
y toda la zona fronteriza con Portugal . Hay muchos modelos, (en Portugal
los hay hexagonales y triangulares), tamaños, (entre 20 y 60 cm de lado)
e incluso formas de tocarlo (p.e.: En Laciana, León, se toca con ambas
manos, en Peñaparda, Salamanca con una baqueta...).
Consiste en un bastidor de madera
cubierto por ambas caras de piel, puede llevar en su interior bordones
tensos de tripa o cuerda, cascabeles e incluso piedrecillas y monedas
que actúan de ‘sonadores’ potenciando el sonido.
 El modelo que aquí presentamos corresponde
a un pandero de León, de tamaño medio, el más común:
1- Pulir bien los listones, en especial
las aristas con lija, para evitar que la piel se corte al ponerla.
2- Con los listones de madera construimos
un bastidor cuadrado, encolándolo o clavándolo de forma que quede lo más
resistente posible.
3- Tensamos los bordones, 4 o 5
cordones paralelos de tripa o nylon que darán la vuelta al bastidor, anudando
fuertemente sus extremos y fijándolos con clavos o grapas. Esta fijación
ha de quedar por una de las caras interiores del bastidor, para que no
sobresalga al colocar la piel. En algunos panderos se colocan dos bordones
en cruz, y a veces se cuelgan de ellos uno o dos cascabeles. Es conveniente
realizar unos canalillos en la madera para conducir los bordones y que
no marquen mucho el parche.
4- A continuación colocamos la piel.
Tradicionalmente se usa una sola piel grande. Pero es más difícil de encontrar,
las hay en ciertas tiendas de curtidos ( llamada piel apergaminada) ,
algunos curtidores las venden y en ciertas tiendas de encuadernación,
pues se usa también para ésto. Más fácil es encontrar dos pieles más
pequeñas, de las empleadas en los parches de tambores y bombos, se encuentran
en tiendas de música (no en todas) y fábricas de tambores. Otra opción
es prepararla nosotros mismos: Ver apartado de materiales. La pondremos
en remojo un día antes para que se ablande y flexibilice.
5- Si es piel única, colocamos una
de los lados del bastidor en su centro y tensamos juntando sus extremos
sobre los otros lados, empleando clavos de
‘simiente’, muy pequeños, agudos y de cabeza ancha para fijar la piel
en dos o tres puntos de cada lado y que no pierda la tensión.
6. Cortamos la piel sobrante de
los bordes , pero sin que se vea la madera.
7- Procedemos a ir cosiendo uniendo
ambas partes de la piell entre sí a lo largo de todo el bastidor, dando
las puntadas a unos 2 cm del borde y a la vez estiramos para tensar, pero
sin excedernos, pues el hilo puede rajar la piel. Este es un proceso complejo
y que requiere práctica, por lo que recomendamos al os principiantes que
en vez de coser vayan clavando con pequeñas tachuelas o simiente que soporten
la tensión y luego pasar el cosido como un adorno.
8- En caso de tener dos pieles hacemos lo mismo, pero
sobre los cuatro lados del bastidor. Aquí si es necesario emplear clavos.
9. Dejamos secar un día y ya tenemos
el pandero terminado.
10- La piel se puede envejecer con
betún de judea.
NOTA.- La piel es muy sensible
a cambio de humedad y temperatura, si se destensa, hemos de calentarla
ligeramente con cuidado.
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