En
Toledo, y en otras zonas limítrofes como Avila o Cáceres, es habitual
encontrar rabeles antiguos con una sola cuerda y la forma que podemos
llamar de ‘Media botella’ (así lo denomina Carlos Porro en su trabajo
‘El Rabel en Avila’) porque se asemeja a la mitad de una botella cortada
longitudinalmente. Esta sencilla forma se obtiene por emplear troncos
de árbol seccionados poro su centro y aprovechando la forma se talla
el rabel, según sea el tronco o el deseo del constructor puede conservarse
la curvatura del tronco en la panza, o hacerla mas plana o acentuar
aún mas las curvas incluso en la testa (corte transversal) de la madera.
Me cuenta mi amigo de Alberche (Toledo) que algunos constructores
emplean raíz de fresno para tallar el rabel en verde, que es menos costoso
y así cuando se seca no se abre la madera. Otras veces se emplean troncos
secos recogidos del ‘Monte’.
El
modelo que se presenta a continuación está basado en un ejemplar encontrado
en ‘Los Yébenes’ con tapa de hojalata y de una sola cuerda.
MATERIALES.-
Piezas de madera no muy dura (pino, cedro o tilo, por ejemplo pero
valen otras) de unos 55 cm X 15 cm x 8 cm, o un tronco de la misma longitud
y unos 15 cm de diámetro cortado a su centro longitudinalmente. Piel
crin de caballo, madera para clavijas y puente.
CONSTRUCCIÓN.-
1.
El proceso de fabricación es semejante al de otros rabeles (consultar),
se traza la forma sobre el taco o tronco de madera y desbasta o recorta
la forma adecuada, primero con sierra o arzuela y a continuación con
lima.
2. Se vacía la caja dejando una
pared de 1,5 cm y se termina todo ello con lija. Igualmente se fabrica
la clavija única, que en éste caso es más grande que cuando tiene dos
o tres, y se ajusta en el correspondiente orificio del clavijero.
En éste caso, como es habitual en muchos rabeles de ésta zona, no tiene
puente o asiento en el clavijero, siendo la propia clavija o el dedo
el que limita la nota mas grave.
3.
Se hace un rebaje ligeramente oblicuo en la parte exterior del borde
de la caja de resonancia, para clavar sobre él la tapa de hojalata.
4. Procedemos a hacer la tapa de
hojalata, partimos de una lata vacía de aceite y recortamos con unas
tijeras o cuchilla fuerte (las hay especiales para hojalata) un rectángulo
algo mayor que la caja del rabel.
5. Para envejecerlo lo calentamos
un rato a fuego directo, así se oscurece y toma aspecto de viejo, pero
también se puede colocar tal cual con la pintura hacia adentro.
6.
Procuraremos que esté lo mas plano posible y sin irregularidades, si
está algo curvada colocar la parte convexa hacia fuera. Se realizan
con un punzón o clavo grueso los oídos en el centro de la chapa, en
número y forma a gusto del constructor.
7. Se va clavando con clavos de
cabeza gruesa (tipo simiente de zapatero) al borde oblicuo de la boca
del rabel. Tendremos que realizar con un punzón fino los agujeros en
la chapa para introducir los clavos.
8. Cortaremos la chapa sobrante
y con un martillo pequeño iremos remachando todo el borde de la chapa
contra la madera, de forma que no quede nada levantado para que no haya
peligro de corte, incluso remataremos el borde de la chapa con lija
fina para metal.
9.
Realizaremos el puente que en estos casos es algo grande. A veces presenta
un orificio en la parte superior por donde se introduce la cuerda, en
vez de apoyar sobre el borde. El cordal puede ser un trozo de cuero
clavado a la madera u un simple clavo en el que se ata la cuerda.
10. Terminamos el rabel, lijando y envejeciendo si lo deseamos
y montamos la cuerda sobre el cordal y la clavija.
11. El arco es curvo y corto
