Construcción - El cuerno

Una vez nos hagamos con un cuerno bien de vaca o cabra, debemos de limpiar muy bien su interior, bien con estropajo, cepillos... e incluso bañarlo en agua con lejía, hasta que lo consideremos apto para su trabajo. Es muy posible que sea necesario hervir el cuerno a fin de poder vaciar su interior.

Cogeremos el asta y lo serraremos por su parte más fina, a una altura del mismo donde su diametro sea de unos 2,5 cm. (debemos de adaptar esta medida al cuerno con el que trabajemos, ya que sobre todo los de cabra son de inferior tamaño), dejando su parte posterior tal y como esta, o cortando a la medida que creamos oportuna. Si dicha boca estuviera tapada o su agujero fuese pequeño e irregular (sobre todo en los cuernos de vaca), tendremos que agrandarlo con una broca (ver croquis del apartado CUERPO).

De esta forma habremos creado lo que será la boca del cuerno donde luego se adaptara el cuerpo de nuestra gaita.

En la foto superior podemos ver varios cuernos ya limpios y cortados, siendo los más oscuros y pequeños de cabra.

Antiguamente los cuernos de vaca se raspaban con un cristal en toda su superficie, a fin de conseguir pulirlo. Nosotros podemos realizar el pulido bien con un cristal o incluso con nuestra navaja.

Podemos tallar su parte final, realizando muescas a modo de dientes de sierra, tal y como lo realizaban los pastores, como podemos ver en la foto inferior, donde tambien podemos observar la adaptación del cuerpo al cuerno, en cuanto a su tamaño.

No debemos de asustarnos por el tamaño del cuerno, puesto que los de algunas gaitas alcanzan un tamaño considerable, de igual forma las gaitas realizadas con cuernos de cabra son muy pequeñas.

HERRAMIENTAS | MATERIALES | CUERPO | CUERNO | CAÑA | AFINACION